En los últimos 5 años, el desarrollo de la terapia manual aplicada a nivel visceral se ha visto beneficiada por una gran cantidad de estudios sobre el movimiento por un lado y el dolor por otro.
El movimiento es fundamental para el desarrollo, no solo humano, sino para la vida en general a todos los niveles.
Todos entendemos que una lesión siempre lleva asociada una pérdida de movimiento de varios tejidos, pudiendo afectar a los tejidos viscerales.
Fisiológicamente hablando, podemos decir que un órgano se encuentra sano cuando tiene una movilidad completa, gracias a las serosas, fascias, ligamentos y musculatura que lo rodean, lo que permite realizar todas sus funciones de manera correcta. Tanto su movimiento propio (motilidad) como aquel dependiente de las estructuras vecinas (movilidad) estarán libres de toda limitación.

Han avanzado mucho las investigaciones en la que han quedado ampliamente demostrada la influencia del Sistema Visceral en el funcionamiento del Sistema Nervioso Vegetativo, pero también en lo que se refiere al tratamiento de la postura (relaciones viscero-fasciales) gracias a las relaciones ligamentarias y por ende, propioceptivas, que existen.
Desde el punto de vista del terapeuta manual, podemos conseguir mejorar con técnicas manuales la movilidad de los diferentes órganos en sus relaciones con el resto de estructuras (órganos, músculos, vasos…) así como su motilidad y funciones propias.

Nuestro objetivo como fisioterapeutas,por tanto, será el de intentar devolver o mejorar la movilidad del órgano, para ayudarle a recuperar las funciones alteradas. 

Indicaciones Viscerales:

- Hernia de hiato

- Reflujo Gastroesofágico

- Ptosis de Estomago, Intestinal, Riñón, Vesical

- Taquicardias postprandiales (después de comer)

- Obstrucción del duodeno 

- Cirugías abdominales, renales, vejiga

- Tras procesos inflamatorios (adherencias)

- Problemas crónicos intestinales (en fase de inactividad): colon irritable, crohn..

- Tras estirpación de vesícula

- Estreñimiento

- Pequeños calculos renales

- Incontinencia (funcional)

- Después de pasar una cistitis

- Dismenorrea (dolor de menstruación)

- Dispaneurias (coito doloroso)

- Amenorrea secundaria (menstruación irregular)

- Prolapso ginecologico grado I

A todas estas indicaciones, hay que añadirles las alteraciones por la mecánica fascial, que darían un dolor referido: lumbalgias, sacralgias, ciatalgias, sindrome del piramidal, lesión de adductores, suelo pélvico, dolor en la charnela dorso-lumbar, ploblemas de psoas, restricciones de movilidad vertebral, dolor epigástrico, dolores articulares, tortícolis, cefaleas, neuralgias, dolor interescapular....